Lessventuras de GIA AZJE

Rainbow adeventures con mucho glam y glitter

13.3.08

Al bajar del coche

Anécdotas de Catarinita

El otro día retorno un episodio más de la Súper Catarinita Rabiosa. Todo comenzó cuando mi bello padre me llevó a la central de autobuses de esta ciudad para que emprendiera mi viaje rumbo al encuentro con "Racimo de Estrellas". Como es de saberse las vías automovilísticas cercanas a las centrales camioneras son un verdadero relajito. Total, mi padre se estaciono en el carril de llegadas para que yo pudiera bajar tranquilamente para bajar mi equipaje, y en esas estaba cuando de repente que llega un taxista y comienza a tocar el claxon como verdadero desquiciado de la "Casa de la risa". Mi padre casi se baja del coche para mentarle la mamacita pero prefirió hacer caso omiso y avanzar ... pero la Súper Catarinita Rabiosa ya se había poseído de mi cuerpo.
Con mi capita ondenado sobre la espalda que me acerco al taxista ...
Súper Catarinita Rabiosa: Baja tu vidrio! (con tono de mandato muy molesto)
Chango taxista: Qué quieres? (y todavía pregunta)
Súper Catarinita Rabiosa: No me hable en ese tono porque su cliente se esta percatando de lo fiera que es.
Chango taxista: Pinch... Viej...
Súper Catarinita Rabiosa: Que tal! Bello vocabulario, señor taxista! En fin, ustedes están acostumbrados a creer que todos nosotros, los transeúntes, debemos aguantarles sus majaderías nada más porque su oficina son sus coches y las calles, pero tanto usted como yo tenemos el derecho y la responsabilidad de hacer un buen uso de ellas, por el sólo hecho de convivir en paz, pero creo que eso usted lo desconoce.
Chango taxista: Aja! Y qué me vas a pegar con tu bolsa?
Súper Catarinita Rabiosa: A ver! Digame: que le cuesta esperar un poquito, si esta observando que estoy bajando del auto? Es mas, ni siquiera estaba estorbando su paso y viene usted tocando el claxon como mono cilindrero para que todos se quiten. Muy mal señor taxista, yo le recomiendo que vaya usted a su casa para revisar su actitud que no le deja nada.
Cliente del chango taxista: (una señora como de 40 años) Señorita tranquila, no se ponga al tu por tu con este señor.
Súper Catarinita Rabiosa: Estoy de acuerdo con usted señora, que ganas de ponerme al tu por tu con este señor que dícese vendedor de un servicio. La verdad es que la bronca no es contra usted, pero alguien debe decirles sus cosas a estos señores que por lo regular mientan madres porque uno se baja del coche y a ellos se les cuesen las habas por pasar, ó porque tienen prisa y creen que todos debemos ir a 90km/h, o porque ellos sí se pueden parar donde se les plazca la gana, ó porque pueden cobrar una tarifa erronea. No señora, ya basta! El grave problema de este país es que nadie dice nada. Y por último (dirigiéndome al chango taxista) fijese bien como anda por la vida, por ahora yo soy una mujercita que no podría medirse con usted a los golpes pero PERO siempre hay uno más fuerte que probablemente si le puede reventar los dientes. Adiós.
Por último, mientras caminaba alejándome de la discusión, escuché al chango taxista decir un compendio de groserías ... pinch viej hij de tal por cual bla bla bla bla luego porque amanecen muertas y violadas bla bla bla ... Era de esperarse, mucho pedir a un ignoto de las formas minimas sociales.
Señor!!! Mucho ruido y pocas nueces!!! (turuturu turu!! súper poder catarino)
Pedro Almodóvar me apoyaría en este culebrón de las calles: Basta de impunidad!! (jajajajajaja) Quién se une al Salón de la Justicia?? Hay muchas vacantes.

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