Lessventuras de GIA AZJE

Rainbow adeventures con mucho glam y glitter

24.4.07

Perr@ muy mojigat@

Esta historia la escribí hace un año cuando entusiasmadamente laboraba para Raza Rosa, espero se diviertan tanto como yo lo hice. Saludos de Gia Azcarraga J. de Racimo de Estrellas ...
La tarde del fin de semana se teñía de colores aburridos. Había decidido ir a saludar a la familia en viaje sorpresa (¡después de tanto libertinaje necesitaba calor familiar!) pero irónicamente, gracias a sus múltiples actividades sociales, terminé sólo acompañada por las cuatro mascotas de mi hermanita (Mina, Chancho, Otto y Negro –todos ellos, hermosos mininos-). Así que bajo ese aspecto poco alentador, telefoneé a mis amigos que viven en esa pequeña provincia, únicamente consiguiendo mal gastar mi preciado crédito de celular; la mayoría estaba de viaje placentero en Cuernavaca. No quedó de otra que zambullirme en la faceta pierde el tiempo en el Internet y en las delicias del Messenger.
¡Obvio! Los sábados son de realización social y claro que por supuesto no había nada de entretenido en el Messenger (sólo una loca como yo puede aventarse ese chascarrillo) pero por arte de magia apareció un nick (el cual desconocía) y de inmediato, la personita del otro lado, me saludo. Agregado: tengo esa mala costumbre de dar de alta, todas las cuentas mail que me llegan; solamente doy a conocidos muy cercanos mi correo electrónico de Hotmail. Sobre esa justificación, respondí a su saludo.
Pregunté su nombre, su edad, dónde vivía y a qué se dedicaba. Lamentablemente, la información otorgada la hacía aún más desconocida pero por lo menos sus datos tenían género. Una absoluta extraña navegaba en mi Messenger. Cosa más rara aún, para la anónima también era yo una incógnita.
Un par de minutos después, la “sujeta” abrió un interrogatorio que me recordó los años de secundaria, es decir, las preguntas y respuestas del “chismográfo ñoño” que se da sin autentico objetivo en cualquier Colegio rigurosamente para señoritas. Qué graciosada es esa de preguntar ¿Cuál es tu color favorito? (¡Dios mío que ÑOÑES!).
La verdad, disfruto mucho del humor involuntario y la “sujeta” desbordaba esa característica, por lo cual continué el cuestionario, creí que todo iba en ¡Buena Onda! pero así de la nada comenzó a subir su tono de chismorreo y con poco Glam me preguntó por la talla de mi bra y si me gustaban las mujeres (Te conozco? Me sabes algo? Que Peks con la damita?).
No oculte mi talla, odio ese merito tontuelo de mentir porque no te están viendo en persona pero al parecer mi honestidad fue acto de burla. La “sujeta”, “objeta” o “personaja disfrazada” de inmediato ridiculizó mi talla pequeña (Díganme ¿Qué tiene de malo no ser tan frondosa? Además nunca me he sentido incomoda con mis bubis. Simplemente entran en lo normal y por lo que a mi respecta sólo son una herramienta más).
Neto que sí me capo la forma tan imbécil de hacerse la buenota. Después de chasquearse de mis duraznitos (como ella los llamo en tono bastante mala copa), acto seguido, presumió sus grandes dotes de copa 36D. Wow! Chido por ti! ¿Y? ¿Quieres que te ligue o cuál es el punto?.
Comencé a cavilar en la frase Una cosa lleva a la otra, repasando las probabilidades de conexión con esta “sujeta”.
1: Su segunda pregunta directa, fue sí me gustaban las chica. Reflexión: Una rainbowgirl no hace esa pregunta tan toscota. Por lo regular te dice: ¿Oye, eres de ambiente?. Respuesta: La “sujeta” era buga ó apenas estaba dando sus zarpasos arcoiris de manera equivocada.
2: Tal vez nos habíamos conocido en el antro. Reflexión: ¡Insisto! Ni de chiste doy mi número telefónico con correo electrónico a desconocidos nocturnos antreros. Respuesta: Si la “sujeta” decía que tenía unas bubis súper grandes, era como para que recordara haberla conocido en el antro.
3: Probablemente algun@ de mis amig@s le había pasado mi correo. Reflexión: He conocido a un par de amigas de ésta forma y en las dos ocasiones existió “recibo de remitente” (es decir que mis amigos me mencionaron la conexión); por otra parte cuando las conocí, de ninguna manera fueron tan oscas y bulgares. Respuesta: ¿¿¿¿????
Finalmente no encontré ilación con la personaja.
Después de un rato (yo molesta por supuesto) la tipeja me menciono que a ella también le gustaban las chicas pero que sólo había probado esa posibilidad con su mejor amiga. Morbosamente me relato una historia cachonda donde lo habían hecho ella, su novio y su amiga. Jajajajajajajajajaja. Como película pornográfica poco genuina y súper neófita de imaginación.
Mis sospechas empezaron a volar. Como que el tono de su imaginería, delataba puro invento de un hombre (ósea varón heterosexual). Sí, ya sé que hay mujeres que tienen la fantasía erótica de pasar un rato cachondo con un hombre y una mujer pero no me dejaran mentir, si fuera verdad su identidad femenina, tendría más sutileza y delicadeza (Sólo hablo de generalidades, siempre hay casos extremos).
Agarrando al “personajo” en la movida, llegó mi tiempo de diversión. Le pregunté acerca de sus sensaciones al realizar su famoso clímax de trío. Ja, con poca elocuencia sólo mencionó que le había excitado más ver a su novio ponerse hornie cuando ella se besaba con su amiga (¡Hay deberás, que falta de cultura lenchis!) Súper obvio que alguien se quería pasar de listo creando una historia que ya era poco creíble.
Se me antojaba continuar con la diversión. Así de escueto y vulgar, le propuse tener cibersexo. De inmediato cayó como perrito en celo. Jajajajajajajaja. Venía la revancha. Sólo basto con decirle que se imaginara que yo era un hermafrodita y que hiciera lo que quisiera conmigo. Jajajajajajajaja. El “personajo” se asustó (¡zacatecas mojigato!), a eso no le entraba y mi propuesta le había cortado la inspiración (¿Qué paso? No que muy gallo gallinero. Pura gallina que!!!). Acto seguido se desconecto del Messenger y yo pegué de saltos por mi victoria. Nadie se mete bravuconamente con Gia Azje.
Aquella tarde se pintó, por un instante, de color estúpido pero la graciosada final estuvo chida.
Finalmente tome las llaves del coche, fui por mi primo Giovanni Harp y mientras nos tomábamos un par de martinis le conté la travesía del Messenger. Gracias a eso nos burlamos un buen ratote.
La moraleja final es que a partir de ese momento pongo más atención al dar de alta mails desconocidos.
Espero que se hayan divertido igual que yo. Para largos comentarios, no olviden que hay correo electrónico (gia_azje@yahoo.com.mx) Besos de Gia Azje.

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