Lessventuras de GIA AZJE

Rainbow adeventures con mucho glam y glitter

2.12.06

Cuantos besos?? (Pirmera parte)

Perlas en la caja de una pirata lencha
Quizá es una epidemia … resulta que en cuanto a ideas para escribir me he quedado en ceros, además, las rainbow adventures también andan escasas por aquello del múltiple trabajo en la editorial y el poco tiempo de ocio lo dedicó a idiotizarme con la televisión.
Por alguna extraña razón, mientras desempaquetaba las cajas de la mudanza para reinstalarme en mi antigua habitación (en casa de mi mamá … ¡me quedé sin departamento!), me encontré con un fólder, el cual creí perdido. En él hallé impresas (como perlas en caja de pirata) todas las colaboraciones que escribí para Raza Rosa en su inicial temporada (aquellos escritos se perdieron en la primera caída del servidor), y bueno!, al leerlas no pare de reírme con tanto humor involuntario. Así que las transcribiré e iré añadiendo algunos comentarios aumentados. Espero que sean de su agrado.
LenchoPalabras de Gia en RAZA ROSA
Nota: Lo que se encuentra escrito en letras rosas pertenece a la versión original. Lo que se encuentra escrito en letras azules son los comentarios aumentados.
Cuantos besos?? (Primera parte)
DE UVA INMADURA A CIRUELA SÍ PASA
Canción del día:
" … Besabas como nadie se lo imagina.
Igual que un mar en calma.
Igual que un golpe de mar.
Y siempre te quedabas a ver el alba.
Ya se tu mí medicina para olvidar … "
Ohhh esos besos!!! Esos divinos besos que nos hacen volar!!! ¿Cuánt@s de nosotr@s hemos soñado con el beso especial? Aquel contacto de labios que nos hace romper el corazón en mil latidos por minuto ó que nos hace palpitar las hormonas en todo el cuerpo. Pues si, la mayor expresión que tiene el hombre para focalizar todo su deseo y pasión es EL BESO. Hoy hablaré de los BESOS, de los besos que me han dado y que he dado.
Como ustedes recordarán, mi 1er Beso fue culminado después de buscar al tan anhelado Príncipe Azul en el festejo de una boda. Que gracioso … nunca de los nunca encontré al personaje estelar del cuento de hadas pero sí “salí del armario” muy a pesar de evadir la verdad de todas las verdades: SOY LENCHA aunque me esfuerce en la actuación buguesca (digna de un premio Oscar por “Historias falsas de una buga falsa”).
El 2o Beso que me dieron fue en condiciones arrebatadas. Acelerado y precipitado, así como la mayoría de veces suele ser cuando uno anda en busca de contestar incógnitas. Yo andaba buscando los pelos del gato para saber si en realidad era lencha o sólo lo ocurrido en la boda sin closet era una gana que me había ganado.
Aquel día fui con mi mejor amigo a un antrillo de ambiente; era la segunda ocasión que visitaba un antro rainbow. La noche estaba calmada: dos cervezas y muchos hombres gay. Muy en el fondo me sentía decepcionada porque sólo había un par de mujeres y yo quería lanzarme a la casería de un beso para comprobar mis preferencias (las cuales eran bastante obvias pero en ese tiempo era novata y desconocía el “Manual oportuno de la lenchería“).
Después de varias cervezas (después de dos vinieron muchísimas más - había promoción chelera 2 X 1 -), mi amigo me dijo que alguien me esperaba en el baño. ¡¡Perdón!! ¡¡Es que no capté!! … ¡¡Mensa, en el baño alguien te espera!!. Obvio, al principio no entendí mucho lo que sucedía pero una extraña fuerza maléfica de curiosidad movió mis piecesitos hasta el baño de damas. Al entrar ahí estaba una chica que me sonrió picaramente. Yo disimulé mi nerviosismo lavándome las manos y arreglando mi peinado. Cuando estaba dispuesta a salir de ahí porque en determinado momento llegué a creer que era una de sus acostumbradas malas bromas de mi amigo, la chica me tomó del brazo y me llevó adentro de uno de los apartados donde me dio un atascadísimo beso (ahora si queda la frase: ¡A chuchita la bolsearon! … no me dio tiempo de nada). Estaba perpleja, no sabía qué hacer en ese momento, dónde meter la mano, cómo tocar qué cosa. Tampoco era una inexperta en el arte de dar besos; había besado a suficientes hombres pero la neta la cosa nunca significó algo importante, el jueguito buga auto impuesto me dio cierta experiencia pero besar a una chica es un rollo distinto. Sólo me dejé llevar por ella y por mi aceleramiento hormonal. Cuando la cosa se estaba poniendo más intensa (manos dentro de la ropa), uno de los mandiles entró y nos obligó a salir de ahí inmediatamente … olvidaba las reglas: “Prohibido fajonearse aunque esto sea un antro arcoiris”.
No lo negaré, me quedé con muchas ganas (miau, miau, miau) pero me dominó más la pena penosa y salí huyendo antes de que el chisme se corriera por todo el antrillo. Si tan sólo hubiera comprendido que ese tipo de situaciones en el baño es algo tan común, probablemente me hubiera quedado para seguir echando brindis con cervezas. Totalmente novata pero la experiencia fue sensacional.
El 3er Beso lo di yo. Había conocido a una niña por Internet. Ósea … salí del closet en la boda (la iniciación) pero en mi vida cotidiana era lo que se llama Closetera (soy lencha pero nadie lo sabe más que Dios y mi amigo Louis); por lo tanto la interacción por Internet era una buena ventana para comenzar el escarceo lencho. Ya saben, conocer gente por Internet no es la onda más eficaz y si súper peligrosa pero durante un mes mantuve rápidamente una relación “sin compromiso a distancia”. Días y días de mensajitos amorosos, promesas rosas y todas esas melcochas cursis, hasta que oportunamente llegaron las vacaciones navideñas y concertamos la primera cita en carne y hueso; en dónde … pues en Zona Rosa, dónde más podía ser, ahí no corría ningún peligro de toparme con alguien que conociera la fama de mi familia. Le inventé a mi madre que mi amigo Louis quería hacer sus compras navideñas en el defeño, pidiendo mi ayuda y me lancé solitita a la jungla de la gran ciudad para conocer a mi amada (jajajajajajajajaja).
Como sabía que ese encuentro tendría un acercamiento más allá de las palabras bonitas; unos días antes compré un gloss de labios sabor uva por si se daba la oportunidad de un beso. La verdad es que no era por si se daba la oportunidad … yo ya le había prometido un regalo; mi regalo secreto era un beso.
Visitar la Zona Rosa fue estupendo, fue como sentirme en Rainbowland, era el portal místico para ejercer mi naturaleza lencha.
Cuando conocí a mi amada “Internet - Mensajitos de cel”, me gustó. No era tan distinta a lo que había visto por las fotos enviadas vía e-mail, sólo que aquí era de adebis. Desde el comienzo me sentí atraída por sus ojos color miel (¿ó eran verdes? ya ni me acuerdo). La niña estaba linda … un tanto más pa´lla estilo Tomboy pero en lo que cabe era pasable.
La cita se llevó acabo en un café rainbow muy conocido, donde desayunamos y platicamos largamente sobre sus pericias arcoiris. Yo me quedé con el ojo cuadradote al escuchar sus múltiples experiencias (no fallé … necesitaba alguien con mucha maestría) pero después de 40 minutos de tanto parloteo, mis hormonas ya brincaban pidiendo desfogue, así que sin perder nada, saqué mi nuevo gloss y le solté: Mi regalo navideño es un beso con sabor uva. De inmediato agarró la onda y se puso roja como una manzana pero accedió. Tomé la iniciativa aunque se me estaban cayendo los chones por los nervios. Vas!!!! Fue un beso dulcísimo. Tierno, suave, delicado que poco a poco subía de intensidad hasta el punto en que se comienza a morder los labios de la otra persona (ósea si había química … o ganas … muchas ganas).
La faena del beso se repitió exitosamente dos veces más, con sus pausas, hay que respirar un poco pero cuando efectuamos el cuarto me llegó la sensación de que la gracia se había difuminado totalmente. Ni modo, cuando eso pasa no hay poder alguno que reencienda el volcán apagado. Recorcholis!!!
Permanecimos por un tiempo en el café y al ver que ya nada se podía hacer, nos despedimos (sin el campo de flores) y regresé a mi ciudad un poco consternada. La dichosa relación por “Internet - mensajitos de cel“, había llegado a su fin.
La primera parte de esta colaboración ha terminado. No se pierdan la continuación.

Etiquetas: